'La cámara es mi herramienta. A través de ella doy una razón a todo lo que me rodea.'

André Kertész

sábado, 12 de enero de 2008

Que la felicidad siga...


Estas Navidades me toco cubrir la celebración de Navidad en Aspacecire, una asociación de ayuda a personas con parálisis cerebral y síndromes afines sita en Ciudad Real. Y, no sé, pero está es una de esas cosas en la que empiezas a pensar y reflexionar sobre estos chicos y chicas, y nuestra dudosa felicidad. Llegas a la conclusión de que, aún a pesar de sus limitaciones, son mucho más felices que nosotros, supuestamente rebosantes de salud.

6 comentarios:

Kacho dijo...

He conocido tu blog a través de un comentario en el del "peliculero" Fran. Ha sido una agradable sorpresa. Me gustan las fotos y la sencillez de los comentarios. Y sobre todo, que a pesar de vivir en una ciudad pequeña, sois tan periodistas o más de lo que somos en Madrid. Suerte, ánimo y un abrazo.

Carlos Sendarrubias dijo...

Muchas gracias Kacho, te lo agradezco. El caso es q nuestro curro es único y diferente, eso consuela, ayuda y te hace querer coninuar y mejorar. Es algo vocacional. Sólo falta "enfocarlo" para conseguir algo y que nuestra sociedad mejore. Aunque eso cada vez lo dudamos más... (cantidad de gente e intensidad).
Un saludo.

Biel Calderon dijo...

Muy buenas fotografías y palabras dentro de un blog un blog muy sincero.

También lo encontré por casualidad.

Un saludo desde Barcelona.

Miguel Muñiz dijo...

me uno a los comentarios un blog muy humano y divertido

saludos desde santiago

miguel

Anónimo dijo...

... y sus familias se esfuerzan para que la sonrisa, que a veces les regalan, no se borre. Pero,¿seremos alguna vez felices? ¿y si esa sonrisa que nos regalan desaparece?

Carlos Sendarrubias dijo...

Muchas gracias chicos.
Cada vez tengo más claro (aún soy joven) que la experiencia nos ayuda a ser felices, pues te tomas las cosas, los problemas y las complicaciones con más calma y filosofía.
Y, por favor, no dejemos que se pierda la sonrisa de estos chavales, así como la de los niños ni de nuestros mayores.