Y una vez más, un reflejo; soy débil, lo sé, me pueden.
Día de curro en la empresa Tudor de Manzanares con mi compañera Graciela; visitamos las instalaciones siguiendo la comitiva del alcalde. Y entre pasillos y baterías, hay colocadas medias esferas de espejo para facilitar la circulación de los torillos. Es fabuloso comprobar como se pierden y confunden las perspectivas de nuestra visión normal.
Me encantaría poder hacerme con uno de estos espejos, y hacer ciertas fotos... ¿o no resulta sugerente esa bombillita roja...?
1 comentario:
ooooooooooléeeeee!!!
qué mola un montón ese peaso reflejor!!!!!
saludos carlos...
de verdad que mañana llamo...
elenitaaaaaaaaa............desde el otro lado del espejo.
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